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Felipe Sotomayor Stephens: ¡Educador ambiental a tiempo completo!

Felipe Sotomayor Stephens es médico Veterinario, con una desarrollada vocación como educador ambiental. Es Productor y Conductor del Programa Delfín del Mundo de TVN, Director Académico de la Academia Veterinaria Chile y un gran impulsor de la Conservación Biológica en sus muchas manifestaciones. Es amigo de Apícola del Alba y por tener intereses en común con nosotros nos pareció oportuno que, a través de su experiencia promovamos la importancia de respetar y cuidar la naturaleza. Así empezamos hoy, con esta entrevista que les compartimos. ¡Sin duda despertará su interés!

 Cuéntanos por favor, ¿desde qué momento descubriste que tu vocación estaba por el lado de la naturaleza, de los animales y del medio ambiente en general?

En realidad, siempre supe, creo que desde guagua o desde que tengo memoria sabía que quería trabajar con animales silvestres, recorrer la naturaleza y aprender. Y nunca tuve ninguna duda de que me iba a dedicar a eso. Supongo que nunca hubo una segunda posibilidad de nada más, porque estaba convencido de eso. Y que quería hacer documentales. Claro que en ese tiempo no sabía cómo lo iba a hacer, sino que sólo sabía que quería estar donde hubiera animales y naturaleza.

 ¿Cómo fueron tus años de formación profesional y en qué momento decidiste dedicar tus esfuerzos o ampliar tu interés al área de la educación ambiental? ¿Hubo algún episodio o alguna emoción que se disparara que te hizo definir tu camino?

Mi formación profesional fue bastante difícil. No soy tan buen estudiante, entonces me tenía que esforzar harto para conseguir lo que quería. La verdad es que nunca me atrajo mucho la medicina. Yo siempre prefería más la naturaleza y he visto además que hay una brecha muy grande entre lo científico y el público. Y es ese abismo el que al final separa a la gente común que es la que más contamina, o donde más trabajo de sensibilización hay que hacer. Entonces siempre vi que existía ese espacio que no ocupaba nadie o muy pocos y que era súper importante. Además, se me hizo evidente que la información que se tenía en el mundo científico no llegaba hasta la gente común y silvestre y por eso es que sentí el llamado o la importancia de trabajar en educación ambiental.

 

¿Qué obstáculos has tenido que enfrentar para concretar tus planes, en el área de la educación ambiental? ¿Existen suficientes intereses en los ámbitos privados y públicos que financien investigación o proyectos del área de la educación ambiental?

Mi carrera ha sido compleja pero también ha sido muy bonita. Y de mucha lucha, mucho esfuerzo y sacrificio. Y aunque yo no sé si realmente son pocos los recursos, pero al menos a mí no me han llegado tan fácilmente. Y siempre ha sido complicado porque he tenido que dejar de lado cosas económicas o esforzarme mucho para seguir con mis planes, y pese a que he tenido una linda vida, no ha sido fácil. Entonces, la combinación de una capacidad para dar una gran lucha y mucha perseverancia, ha actuado a mi favor, y creo que ese es el sentido, el de actuar como un filtro para que la gente que trabaja en esto, tenga que sacarse un poco más la mugre que el resto, porque hay pocas posibilidades de trabajo. Y como en esta área es difícil obtener algún capital financiero, se hace difícil vivir de esto. Así, el desafío es cómo le dedica uno el tiempo completo a esto, porque también tenemos que vivir de algo.

 ¿Cómo complementas tu vida cotidiana con la decisión de dedicarte a la promoción del respeto de la naturaleza? ¿Podrías hablarnos de ese vínculo entre lo natural y el ser humano?

Al final tuve que transformar mi vida cotidiana en mi trabajo. Esa es también la ventaja de trabajar en lo que te gusta, en lo que te apasiona, y yo al menos no logro separarlo mucho la verdad. Además, la gente que está más íntimamente vinculada conmigo comparte también ese mundo natural que hemos elegido como entorno común. A mí me sale natural porque es lo que más me gusta, y si no necesitara trabajar haría lo mismo que hago como hobby. Incluso –y esto que no lo sepa nadie- hasta pagaría por hacer lo que yo hago. Lo veo así, con agradecimiento.

Y al ser humano lo veo como parte de la naturaleza. O sea, no tengo problemas con el ser humano o con la humanidad. A veces nos quejamos de que destruimos todo. Pero yo me ducho con agua caliente, lavo la ropa con la lavadora y detergente, entonces soy también parte del problema. Y no veo al ser humano como un ser malo, sino como a un animal que recién está tomando consciencia y dándose cuenta de que la única llave para sobrevivir es cuidar la casa, vivir en un ambiente sano que nos va a mantener sano a nosotros. Trato de verlo así y muchas veces creo que lo que más opera es la ignorancia y no las malas voluntades, aunque claro, hay también excepciones.

 

De acuerdo a tus proyectos profesionales, que maravillosamente te han llevado a recorrer diversas latitudes, has tenido la oportunidad de conocer distintos ambientes naturales -incluyendo a personas que viven en ellos-, varios muy distintos a los que existen en nuestro país. ¿Qué ha sido lo más enriquecedor en esta experiencia? ¿Has descubierto junto a esos paisajes, emociones nuevas?

La verdad es que mi vida cambió cuando empecé a viajar. Yo empecé muy chico de mochilero, a recorrer lugares, en el sur de Chile. Y luego volví a frecuentar cada vez más mis viajes, y en cada viaje conocí gente nueva. Y aprendí a que no todo el mundo vivía como yo, ni pensaba como yo. Después estuve en otros lugares, como en países del primer mundo, recorriéndolos. Estuve en Estados Unidos y en países de Europa, pero también he estado con tribus amazónicas. Entonces entendí que el mundo es mucho más de lo que uno cree que conoce, y hay muchas formas de vida. Lo que sí es seguro es que todos vivimos con o de la naturaleza, y eso ha sido también importante comprenderlo. Creo que eso me ha hecho mucho más completo como persona y ha sido una gran experiencia. Sin embargo, lo más importante que he descubierto lo he descubierto adentro mío y no afuera. Pero sin tener la oportunidad de ver estas cosas, no hubiera podido jamás ver eso.

 

Imagino que en tu devenir por esos diferentes hábitats naturales has también aprendido de diferentes relaciones que hacen las personas con sus recursos naturales. ¿Qué descubrimientos te vienen a la mente, con relación a los usos que el ser humano hace de sus ambientes naturales? ¿Quizás algunos positivos y otros no tanto?

La verdad que sí, me ha tocado ver siempre al hombre relacionándose con la naturaleza. Y creo que ya no existen los espacios sin humanos. Me ha tocado incluso estar en la Antártida y he visto humanos, contaminación, basura flotando. Entonces, creo que ya no existen espacios en donde no esté involucrado el hombre. Pero, realmente, lo que creo más grave en esto del ser humano y su participación, es la industria. Cuando todo está relacionado con la industria y no se considera el valor de los Servicios Ambientales, es ahí cuando empezamos con los problemas.

Lamentablemente, el costo o el valor que se le puede asignar a los Servicios Ambientales, sea al cambio de dióxido de carbono por oxígeno, a mantener una temperatura agradable, un árbol por ejemplo que sólo cuando estamos muertos de calor en verano nos damos cuenta de lo importante que es, el contar con una rica sombra disponible o un lugar más húmedo, ese valor está totalmente olvidado. Y ahí es cuando creo que se nos olvida la importancia hasta que necesitamos de algo, y eso nos pasa mucho. Es muy humano eso de pensar que te mereces todo lo que tienes, hasta que te das cuenta de que no es así, que perdiste algo importante y que ni siquiera lo habías notado. Y en la naturaleza no valoramos mucho las cosas en término de dinero y no hemos sido capaces de entender que los servicios ambientales si pueden tener un costo económico.

 

¿Actualmente, en qué proyectos estás interesado y cuál es la proyección que haces de ellos?

Como proyecto la educación ambiental me gusta mucho. Desde que soy estudiante universitario hago clases de zoología en la universidad y sigo haciéndolo y lo he defendido con uñas y dientes de todos los trabajos. Porque creo que enseñar en muy importante, y he tenido grandes maestros que me ayudaron a encontrar mi camino, a ver la vida como la veo. Y si bien les estoy muy agradecido de ello, creo que no basta sólo con estar agradecido, sino que es necesario devolver un poco la mano y eso es lo que hago. Trato de motivar a estos chicos de que entiendan la importancia de tomar en cuenta a la naturaleza, aunque trabajen con perros, con gatos o con caballos, siempre las decisiones que tomemos van a tener algún impacto en la naturaleza.

Además, estoy haciendo dos series de televisión; Delfin del Mundo, sobre naturaleza submarina en México y otra serie que se llama Selva Viva, que es como una clase de zoología con millones de alumnos. Y es precisamente eso es lo interesante, que puedes expandir tu mensaje y por eso nos tomamos con mucha responsabilidad cada cosa que decimos porque entendemos que somos unos educadores, tenemos un espacio y queremos aprovecharlo bien. Trabajo con un gran equipo muy profesional.

Y la parte técnica también me gusta mucho y siempre trato de trabajar en proyectos donde hayan animales, pero siempre relacionado con la gente. Me gustan muchos los proyectos de museo, de zoológicos de granjas educativas, porque veo que han cambiado la mentalidad, que están trabajando en bienestar animal. Actualmente hay equipos muy potentes que se han ido perfeccionando y han ido dejando atrás la visión que se tenía de los zoológico antiguos y estamos teniendo unos zoológicos en el que el pilar es el bienestar animal. Eso ha cambiado muy rápido y va continuamente mejorando, y me gusta ser parte de eso. Me importan esos animales, quiero que esos animales estén bien y creo que son una herramienta muy importante para que las personas los conozcan, ya que mucha gente no tiene la oportunidad de ir a África a conocer una jirafa y lo pueden ver en un zoológico. Para eso es muy importante que no sean animales de vida silvestre y que sean animales que tengan condiciones de bienestar óptimo, y por supuesto, que sean animales incapaces de vivir en su medio natural. Así podemos aprovechar esta situación en la que los animalitos se vuelven embajadores de sus especies.