Sabemos que nuestra garganta se debilita en época de invierno, que es la temporada en la que más se debilita nuestra faringe. El clima de invierno en Chile afecta nuestro sistema inmunológico dejándolo especialmente vulnerable, ya sea por una alimentación descuidada y por los cambios repentinos de temperatura que alteran nuestra salud. Así es como nuestro cuerpo es más propenso a presentar diferentes tipos de enfermedades, donde los síntomas los más comunes son los dolores en la garganta, muchas veces relacionados con infecciones respiratoria ya sea bacterianas o virales. Por esto debemos cuidar especialmente nuestra garganta en época de invierno. Valentina Silva nos explica cómo los Propóleos en Spray nos ayudan con este objetivo:
Actualmente se ha demostrado que el propóleo, es el resultado de un aporte mixto entre las sustancias resinosas provenientes de las exudaciones de los árboles y bálsamos procedentes del polen, siendo una sustancia compleja en su composición y muy beneficiosa para la salud.
Las formas de aplicación del própoleo pueden variar dependiendo la zona a tratar. Una alternativa para utilizar esta resina milenaria es a través del uso en formato spray, que permite una aplicación localizada para la prevención o acompañamiento en tratamientos a la garganta, tendencia a aftas bucales, herpes, amigdalitis, cicatrización de úlceras en la boca y garganta, gracias a sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias, antimicrobiana, antiviral, cicatrizante, anestésica e inmunomoduladoras.
Entre los compuestos orgánicos y minerales se encuentran más de 40 flavonoides (flavonas, flavanoles y flavononas), compuestos fenólicos, aldehídos aromáticos alifáticos, compuestos terpénicos, ácidos grasos, aminoácidos (arginina, prolina), vitaminas (entre ellas, la vitamina A y las vitaminas de grupo B) y oligoelementos (cobalto, cobre, hierro, magnesio, manganesio, selenio, zinc). Se han logrado identificar hasta 200 componentes diferentes presentes en el propóleo, a muchos de ellos se les atribuyen importantes acciones farmacológicas.
Actividades farmacológicas
Antimicrobiana
El mecanismo de la actividad antimicrobiana del propóleo es complejo y puede ser atribuido al sinergismo entre algunos de sus compuestos, tales como flavonoides, ácidos aromáticos, ácidos grasos, ésteres, hidroxiácidos, sesquiterpenos y otros compuestos fenólicos presentes en su composición. Estos corresponden al 50% del total de compuestos presentes.
En general, la actividad antimicrobiana de este compuesto es más activo contra bacterias Gram positivas que contra bacterias Gram negativas; sin embargo, se ha demostrado su carácter inhibitorio en microorganismos bucales Gram negativos involucrados en procesos cariogénicos y periodontopatogénicos como Streptococcus mutans, Prevotella intermedia/Prevotella nigrescens, Porphyromonas gingivalis, e incluso en levaduras como Candida albicans.
Antiviral
El propóleo es viricida, es decir, erradica virus de distintos tipos y procedencias. En Francia, en la Facultad de Medicina de Rennes, los Drs. Amoros y Sauvager, confirmaron la acción viricida no sólo frente al herpes tipo 1 y 2, sino también ante el poliovirus. Establecieron que reducía las síntesis del ADN viral, siendo los responsables nuevamente los flavonoides que actúan en sinergismo con un éster del ácido cafeico y del ácido ferúlico.
Antiinflamatorio
Su potencial antiinflamatorio ha sido atribuido a la capacidad de estimular la inmunidad celular ya que promueve la actividad fagocítica e inhibición de la síntesis de prostanglandinas, mediadoras de este proceso. Dichas actividades están directamente relacionadas con las flavononas. Al ácido cafeico se le señaló como el responsable de reducir la producción de interleucinas favoreciendo la respuesta inmunitaria e inhibe la proliferación de linfocitos presentes en los procesos inflamatorios.
Inmunomodulador
Varios trabajos demuestran que el propóleo estimula tanto la inmunidad inespecífica como la específica, y la celular (linfocitos T) como la humoral (linfocitos B).
Gracias a las actividades farmacológicas del propóleo como antiséptico, antiinflamatorio, cicatrizante y anestésico bucal, se ha empleado de manera preventiva y coadyuvante en casos de aftas y abscesos bucales, halitosis, gingivitis, estomatitis, glositis y perodontitis, ayudando a desinflamar y aliviar dolor y picazón en la zona de la garganta y boca.
Gracias a sus efectos antiviral, inmunomodulador y antibacterial se puede utilizar de manera preventiva y coadyuvante en casos de afecciones a la garganta como faringitis y amigadalitis.
El Própoleo en spray Apícola del Alba para uso local es libre de alcohol, por lo que no irrita la garganta. Contiene un 20% de miel del bosque nativo que ayudará a desinflamar y lubricar las cuerdas vocales.
El uso del propóleo en spray está recomendado desde los 3 años. Para los más pequeños está recomendado el Propóleo spray niños enriquecido con quillay y endulzado con aceite de naranja, que lo hace más agradable a su paladar.
Todos los propóleos en spray de Apícola del Alba son libres de gluten.
El formato en spray asegura una mejor dosificación siendo pulverizado de manera uniforme en la zona a tratar, además de ser una manera práctica y simple de llevar el propóleo a todos lados y así proteger la salud.
“En toda patología bucal encontramos en el Própoleo a un inestimable aliado”
Referencias
Noriega Salmón, Vanessa. (2014). EL PROPÓLEO, OTRO RECURSO TERAPÉUTICO EN LA PRÁCTICA CLÍNICA. Universidad de Cantabria, España. Rescatado el 29-06-2021 desde https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/5580/NoriegaSalmonV.pdf
Padrón-González, Alexander & Naranjo, Adrian & Díaz, José & Llera, Rosa. (2019). El propóleo una alternativa de todos los tiempos. Rescatado el 29-06-2021 desde https://www.researchgate.net/publication/330289548_El_propoleo_una_alternativa_de_todos_los_tiempos
Premoli Gloria; Laguado Paola; Díaz Nathalie; Romero Carolina; Villarreal Juana; González Anajulia. (2010). Uso del Propóleo en odontología. Acta Odontológica Venezolana. Volumen 48, No. 2, Año 2010. Rescatado el 29-06-2021 desde https://www.actaodontologica.com/ediciones/2010/2/art-23/