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La quinoa y sus propiedades: mucho más que un alimento

Sabemos que la Quínoa es una semilla que tiene mucha fama como un súper alimento, pero esta vez quisimos investigar más sobre sus propiedades conocidas por nuestros pueblos originarios desde hace miles de años, y cómo en la actualidad se han estudiado estas propiedades habiendose encontrando hallazgos sorprendentes, incluso en el área cosmética. Acá resumimos algunas ideas que avalan sus maravillosas propiedades.

El grano de quinua se clasifica entre los pseudo-cereales debido a consideraciones taxonómicas y a una composición química que lo vincula a los pastos. Aunque su riqueza en proteínas y en varios minerales se reconoció a principios del siglo XX, su consumo permaneció limitado a la Cordillera de los Andes durante más de 6,000 años. En el idioma quechua, quinua se denomina "chisiya mama 'o" semilla madre "en español.

En los siglos XVIII y XIX, los botánicos itinerantes que cruzaron las regiones andinas hablaron muy bien de esta semilla. Los intentos de cultivarla que hicieron en Europa no fueron muy concluyentes. Un horticultor alemán afirmó en 1917 que las pruebas habían tenido éxito, pero este último cayó en el olvido. Debido al beneficio nutricional comprobado, a las numerosas investigaciones realizadas durante los últimos treinta años y a la curiosidad que suscita, el grano de quinua se ha vuelto cada vez más atractivo. El nombre botánico de la quinua es Chenopodium quinoa[1], y a la fecha, este alimento ha ganado reconocimiento como ingrediente natural y sostenible, llegando el 2013 a ser declarado por las Naciones Unidas como el "Año Internacional de la Quínoa".

Los granos secos de Quínoa consisten en agua (alrededor del 10%), materiales minerales (3.4%), carbohidratos (61.2% para granos crudos, y de 62.8% para granos pulidos), de proteínas (13.8% 15.7% para la Quínoa dulce y amarga respectivamente), de lípidos (10%), saponósidos y polifenoles. Los porcentajes indicados se expresan en peso en función del peso total del grano seco.

Como carbohidratos, el grano seco de quinua comprende fibras alimenticias (6.6%), fibras crudas  incluyendo fibras solubles en agua y fibras insolubles en agua. La glucosa (4,5%), la fructosa (2,4%) y la sacarosa (2,4%) son sustanciales. En cuanto a los lípidos, el grano seco de Quínoa comprende ácidos grasos, fosfátidos (principalmente lisofosfatidiletanolamina), tocoferoles (principalmente C-tocoferol e Y-tocoferol), hidrocarburos (escualeno) y esteroles.

Por lo tanto, la Quínoa ha sido identificada como un alimento completo debido a su aporte integral a la nutrición humana; superando los requerimientos estándar y presentando compuestos de alto valor funcional como estos polifenoles, fitosteroles y flavonoides, que le dan no sólo valor nutricional sino también terapéutico y farmacéutico.

Por esto y debido a su alto contenido en fibra y a su elevado aporte proteico en comparación con otros cereales, la Quínoa posee un bajo índice glicémico y contiene carbohidratos complejos, que son más saciantes y mantienen los niveles de energía durante más tiempo que los simples. También, favorece la salud intestinal, ya que posee alrededor de 10% de fibra en su composición, y de ella alrededor de un 80% es fibra insoluble. La fibra insoluble es el tipo que más contribuye a incrementar el tamaño de las heces y el tránsito intestinal, favoreciendo así la salud del aparato digestivo y ayudando a prevenir enfermedades como el estreñimiento. Por otra parte, la fibra soluble de la Quínoa puede reducir los lípidos nocivos en el organismo y ayudar a incrementar el colesterol cardioprotector, por ello, se recomienda su consumo al menos durante 30 días, lo que ayudaría a reducir los factores de riesgo cardiovascular y contribuiría a mejorar la salud metabólica de nuestro cuerpo.

También existe evidencia de que reduce el estrés oxidativo y la inflamación, por poseer polifenoles con elevada capacidad antioxidante dentro de los cuales destacan los ya mencionados flavonoides, así su consumo ayuda a reducir los efectos negativos del estrés oxidativo y la inflamación. Dentro de sus compuestos antioxidantes destaca el kaempferol y la quercetina, este último compuesto tiene un efecto antiinflamatorio en nuestro cuerpo, que podría ser de ayuda para prevenir diferentes enfermedades.

Respecto a la investigación vigente, estudios in vitro han demostrado que los compuestos fenólicos antes nombrados pueden tener efecto anticancerígeno y quimiopreventivo, lo que significa que la Quínoa podría ayudar a prevenir y controlar el cáncer, si la consumimos en el marco de un estilo de vida saludable. Además, la Quínoa posee saponinas que entre otras cosas tiene una acción anticancerígena en nuestro cuerpo, entre otros beneficios metabólicos.

Según científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard[2], la ingesta de cereales integrales ricos en fibra como la Quínoa puede reducir el riesgo de muerte por cualquier causa en un 17%, y así, extender los años de vida. Concretamente, con sólo ingerir a diario unos 30 gramos de cereales integrales -como la Quínoa-, por cada 1000 Kcal de la dieta, podemos reducir el riesgo de muerte prematura y sumar años de vida gozando de buena salud por todos los beneficios anteriormente nombrados. En consecuencia, su acción de protección y antioxidante puede ayudarnos a recuperarnos de lesiones, reforzar defensas y cuidar al cuerpo también por fuera.

De hecho, hoy sabemos que la Quínoa no sólo es un alimento versátil que podemos consumir de diversas formas y en variedad de preparaciones sino que además, nos sorprende con valiosos beneficios para la piel, que actualmente se conocen y que son avalados por la ciencia.

En esta línea, los estudios han descubierto que extractos de Quínoa tienen interesantes propiedades cosméticas, dermatológicas o nutracéuticas. Por lo que se han estudiado composiciones que comprendan extracto de granos de Quínoa y, cuando sea necesario, un excipiente adecuado en el caso de analizar las dos primeras propiedades mencionadas, ya que la composición nutracéutica puede no requerir de ningún excipiente. Estas composiciones se caracterizan porque dicho extracto es un extracto peptídico o un extracto lipídico de granos de Quínoa.

Un estudio realizado en el 2014 encontró que el extracto hidroalcohólico de las semillas de Quínoa presenta metabolitos secundarios; flavonoides, taninos, saponinas, alcaloides, triterpenos y catequinas, y por lo tanto, presenta actividad cicatrizante.

Asimismo, un estudio reciente ha investigado que una composición de minerales (calcio, manganeso, magnesio y zinc) y extracto de quinua, tiene un efecto sinérgico para expresar los genes de los factores hidratantes naturales y lleva a cabo una excelente función hidratante de la piel[3].

En consecuencia, la comunidad científica reconoce el balance ideal de aminoácidos esenciales, principios activos, cualidades nutracéuticas, ortomoleculares, antienvejecimiento y otros nutrientes que contiene la Quínoa, sin embargo, muchos de estos hallazgos han sido reconocidos por las culturas indígena por cientos de años.

A saber, en el año 2015 se realizó una investigación utilizando una metodología de intercambio de saberes con flujo de información y enfoque etnográfico (exploración etnobotánica-antropológica continua, con intercambio bilateral y multilaterales de saberes) en comunidades altiplánicas quechuas y aymaras, durante nueve campañas agrícolas (2005 al 2014). Los usos medicinales de quinua y otras semillas conocidas por el hombre andino desde la antigüedad a la fecha son:

  • Para tratamientos de fractura de huesos, torceduras, luxaciones, golpes, para evitar la melancolía y tristeza por el contenido de litio.
  • Además, se cree que gracias a los galactogénicos, se aumenta la secreción láctea en madres, previene el cáncer uterino y problemas de menopausia, por contener fitoestrógenos (daidzeina y cinesteina), flavonoides, antioxidantes.
  • También previene la osteoporosis, alteraciones orgánicas y funcionales que produce la falta de estrógenos.
  • Regula los niveles de colesterol por contener fibra dietética y ácidos grasos insaturados (oleico, linolénico, linoléico), favoreciendo el tránsito intestinal
  • Al contener antioxidantes necesarios para conservar la salud, y como fuente de energía para músculos, cerebro y sistema nervioso, por contener Alanina.
  • Además, y debido a que la Quínoa contiene Glicina - actúa como neurotransmisor tranquilizante del cerebro-.
  • Ayuda a regular funciones motoras, y debido a la prolina -aminoácido participante en la reparación de articulaciones- es idónea para cicatrizar lesiones.

En general, la Quínoa y otras plantas medicinales han sido utilizados como nutracéuticos, en ritualidad para varias enfermedades y como indicadores biológicos[4].

En consecuencia, podemos confiar en que nuestro conocimiento ancestral actualmente se condice con los hallazgos que la ciencia moderna está investigando y encontrando en alimentos de alto valor etnobotánico, y cada vez estamos más y mejores informados para complementar nuestro buen vivir con aliados naturales, con el respeto, el conocimiento y admiración que se necesita.

 

Referencias recomendadas:

[1] Msika, Philippe. "Composition containing a quinoa extract for dermatological use." U.S. Patent No. 9,125,879. 8 Sep. 2015.

[2] (https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0308814614010541)

[3] Lee, Jin Young, et al. "Cosmetic composition for skin moisturizing containing minerals and quinoa extract." U.S. Patent No. 10,028,901. 24 Jul. 2018.

[4] Mujica A., Moscoso G., Zabaleta A., Canahua A., Juarez R., Chambi W. & Vigale D. 2015. Usos medicinales y conocimientos nutracéuticos ancestrales de granos Andinos: Quinua (Chenopodium quinoa willd.), Kañihua (Chenopodium Pallidicaule aellen), tubérculos andinos: Izaño (Tropaeolum tuberosum r. Y p), Olluco (Ullucus tuberosus loz.), Oca (Oxalis tuberosa mol.) y parientes Silvestres en el altiplano peruano.