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Historia y uso actual de la aromaterapia

Cada día crece más él interés por el bienestar integral de la mente, cuerpo y espíritu. Esta toma de conciencia debe tener seguramente su origen, en parte, en que la vida hoy en día está sobre cargada de estrés, provocando enfermedades frecuentes. Un método maravilloso para contrarrestar el desequilibrio es el de la Aromaterapia, y en esta ocasión queremos profundizar aún más en este increible aliado. Esperamos que les guste!!!

La Aromaterapia consiste de esencias que penetran a través de la piel y el olfato, siendo este último especialmente importante ya que estimula áreas del cerebro que guardan directa relación con el bienestar físico y mental.

El sentido del olfato activa nuestras emociones y nos conecta con el interior. Los vínculos emocionales que fijan nuestros recuerdos de aromas durante las diferentes etapas de nuestra vida se fijan en nuestro sistema nervioso (sistema límbico), con un poder tremendo para influirnos en la vida.

La aromaterapia es una forma de reconectarse con los sentidos y de estimular agradables sensaciones para nosotros mismos (la mente), brindando la oportunidad de reconectarse con la naturaleza y el cuerpo de otra manera, dejando atrás situaciones como la tensión, angustia y el nerviosismo. Tiene la capacidad de equilibrar los desórdenes físicos, mentales y emocionales, para ello, se utilizan los aceites esenciales de las plantas. El cerebro registra dos veces más rápido el aroma que el dolor. Por ello la inhalación de los aromas puede trasformar el poder de las emociones. Las personas que se rodean de aromas agradables pueden crear sensaciones positivas en su vida y elevar su autoestima.

La aromaterapia como fuente de inspiración

Desde tiempos remotos se han utilizado plantas medicinales y sus propiedades en diferentes culturas para rituales, donde quemaban distintos elementos aromáticos como hierbas, maderas y cortezas para sahumar, purificar y erradicar malos espíritus. El uso de elementos y sustancias fragantes ha estado desde entonces íntimamente ligado al de la medicina.

Los reales precursores y creadores de lo que conocemos hoy en día como Aromaterapia son los antiguos egipcios. Ellos utilizaron diferentes hierbas y elementos aromáticos tanto para su día a día como para el proceso de embalsamiento y momificación de los muertos. Plantas como el incienso, mirra, gálbano, canela, madera de cedro, bayas de enebro y nardo, eran tan preciadas y su demanda era tal, que su valor equivalía al de gemas y metales preciosos. Con el tiempo, los egipcios llegaron a refinar de tal forma el uso de las sustancias aromáticas, pasando desde el incienso a la medicina y cosmética.

Hipócrates (460-377 AC) consideró a todo el cuerpo como un único organismo, y creía que la curación debía hacerse por medio principalmente de alimentación, masajes, hierbas medicinales, y solo como último recurso se debía recurrir a la cirugía. Consideró al ser humano como una entidad completa y no como partes por separado, el concepto fundamental para la verdadera aromaterapia, el del Holismo.

Quizás el más brillante e influyente de todos los médicos griegos fue Claudius Galenus (Galéno de Pergamo) quien vivió entre los años 129-199 DC. Se le atribuye la primera crema fría cosmética que contenía cera de abejas, aceite de oliva, pétalos de rosa y agua. Los persas, fueron los que contribuyeron de forma más duradera al conocimiento de las sustancias aromáticas y la medicina.

Ibn Sina (980-1037 DC), quien fuese conocido también como Avicenna (por su nombre latinizado), de origen persa. Se ganó el título de “Principe de los médicos”. Fue responsable por haber mejorado el proceso de destilación y haber sido la primera persona en producir aceite de rosas por destilación por vapor.

En 1603 cuando se desató por segunda vez la peste negra en Europa, se ha reportado que solo quienes trabajaban con sustancias aromáticas y perfumería fueron los que no sucumbieron a la plaga, esto sin duda debido a las propiedades antisépticas de los aceites esenciales.

El término “Aromaterapia” fue acuñado por un químico francés llamado René-Maurice Gattefossé (1881-1950), quien estudió las propiedades medicinales de los aceites esenciales por muchos años mientras trabajaba en el negocio familiar de perfumería. Una explosión en su laboratorio le causó una quemadura severa en su mano, a lo cual la metió rápidamente en una tinaja con aceite de lavanda puro, que inmediatamente redujo la inflamación y aceleró el proceso de curación. Lo más impresionante: la herida no dejó cicatriz. Fue un escritor prolífico, y su pasión por la investigación de los aceites esenciales lo llevó a publicar en 1937 su trabajo más importante “Aromathérapie: Les Huiles essentielles hormones vegetales” (Aromaterapia: aceites esenciales hormonas vegetales).

Un doctor francés llamado Jean Valnet continuó el trabajo de Gattefossé y durante la segunda guerra mundial usó aceites esenciales de manzanilla, clavo, limón y tomillo, para tratar la gangrena y las heridas de batalla. Valnet continuó usando aceites esenciales para tratar enfermedades, y fue el primero en usarlas para tratar condiciones siquiátricas.

Marguerite Maury (1895-1968) fue una bioquímica austriaca quien se interesó en lo que se volvería posteriormente la aromaterapia. Ella desarrolló el trabajo de Gattefossé a una conclusión más práctica, combinando el uso de aceites esenciales con masaje. Desarrolló técnicas de masaje especializado y la “prescripción individualizada”, un acercamiento más holístico en el que las esencias son elegidas de acuerdo a las necesidades físicas y emocionales del cliente, introduciendo aceites esenciales en el masaje para reducir el estrés y las condiciones a la piel. Después de su muerte, el trabajo de Maury fue continuado por su protegida, Danièle Ryman, quien es ahora considerada una autoridad en la aromaterapia.

Robert Tisserand, quien en 1977 escribió el primer libro en ingles sobre aromaterapia llamado “El Arte de la Aromaterapia”. Este libro se volvió inspiración y referencia para virtualmente cada futuro autor sobre el tema por casi dos décadas.

Hoy en día la aromaterapia cuenta con una amplia variedad de estudios científicos que reafirman sus propiedades terapéuticas.

Algunos estudios sobre la aromaterapia que avalan sus propiedades son los siguientes:

  • La aromaterapia combinada con el masaje pueden ayudar a aliviar la ansiedad (Cooke y Ernst, 2000)
  • La efectividad del uso de aceites esenciales de eucalipto, cítricos y pino en diversas afecciones respiratorias como resfriado, infecciones de los senos nasales y bronquitis aguda (Dorow et al., 1987; Federspil et al., 1997; Ulmer y Schött, 1991, Behrbohm et al., 1995; Sengespeik et al. 1998; Meister et al., 1999; Matthys et al., 2000)
  • El aceite del árbol de té, un aceite esencial de la planta Melaleuca alternifolia, posee propiedades antibacterianas y antimicóticas (Williams et al., 1999)

Aplicaciones de la aromaterapia

La utilización de los aceites esenciales puede ir más allá del difusor, a través de sus propiedades podemos volver a las experiencias de antaño, donde a través de aplicaciones podemos crear una experiencia que nos reencuentre con la naturaleza y la sensibilidad.

A través del olfato recibimos infinidad de sensaciones, cuando inhalamos un aroma, se estimula la región del cerebro encargada de las emociones, la memoria y el comportamiento. La aromaterapia nos permite, a través de la estimulación olfativa, ayudar a relajar y/o estimular nuestro cuerpo y mente. A su vez, la piel absorbe los principios activos de los aceites esenciales y los lleva inmediatamente al torrente sanguíneo.

Los aromas estimulan los centros emocionales del cerebro, en donde se almacenan memorias independientemente de otras partes del cerebro y es allí donde la aromaterapia puede tener el papel importante a nivel neurológico, estimulando conexiones neuronales. En los estudios científicos se ha comprobado que durante el sueño, en las personas que utilizan algún aroma se producen cambios en las ondas cerebrales. Se ha comprobado que los aceites esenciales son absorbidos por el circuito sanguíneo a través del tracto respiratorio, en inhalaciones directas o indirectas, en baños y en difusiones ambientales. La acción farmacológica por la absorción de productos aromáticos por la vía respiratoria tiene un efecto indirecto, pero poderoso en el cerebro.

  • Inhalación a través de difusor o roll on:

El método más básico para la administración de la aromaterapia es mediante la inhalación de los aceites esenciales. Varias gotas de un aceite esencial se pueden aplicar en un difusor para purificar el ambiente, también pueden aplicarse unas gotas en algún pañuelo y suavemente inhalar. Una pequeña cantidad de aceite esencial también pueden añadirse a un tazón de agua caliente y utilizarse como un tratamiento de vapor o vaho respiratorio. Esta técnica se aconseja para el tratamiento de las vías respiratorias y/o condiciones de la piel.

  • Masaje:

Los aceites esenciales, para ser aplicados mediante masajes, se diluyen en una loción o aceite vegetal como el aceite de oliva o sesamo, antes de ser aplicados a la piel para evitar una reacción alérgica. En términos generales, se diluye un 2 al 10% del aceite esencial en la loción. Sin embargo, algunos aceites pueden ser utilizados en concentraciones más altas, y otros deben diluirse aún más para un uso seguro y eficaz.

  • Baños aromáticos:

Un baño con agua tibia que contengan aceites esenciales tiene un efecto de relajación. Cuando se usa en un baño, el agua debe estar tibia y nunca caliente para evitar la rápida evaporación del aceite.

  • Cataplasmas frías o calientes:

Se emplean para afecciones físicas especialmente para problemas de la piel y para tratar dolores musculares. Igualmente, se pueden mezclar con cremas y lociones.

  • Atomizador:

Se coloca la esencia en agua purificada y se rocía en la habitación. Se crea un ambiente agradable que puede propiciar un buen dormir.

Aceites esenciales calidad apícola del alba

Contamos con aceites esenciales puros, sinergias, roll on, aceites de masaje  y aguas de colonia, todos elaborados a partir de aceites esenciales quimiotipados, que estimulan estados emocionales positivos y complementan el cuidado de la salud física y emocional.

Toda nuestra línea de aromaterapia está libre de parabenos, perfumes sintéticos, conservantes, colorantes, sales de aluminio y aceites minerales.

 

«Vivir, estar vivo significa estar en movimiento, evolucionar, transformarse a uno mismo y transmutar las cosas de acuerdo conla alquimia del espíritu y el cuerpo.»

Marguerite Maury

Valentina Silva H.

Naturópata

 

Referencias

Ansari, M. A., & Razdan, R. K. (1995). Relative efficacy of various oils in repelling mosquitoes. Indian journal of malariology, 32(3), 104–111.

Behrbohm, H., Kaschke, O., & Sydow, K. (1995). Effect of the phytogenic secretolytic drug Gelomyrtol forte on mucociliary clearance of the maxillary sinus. Laryngo- rhino- otologie, 74(12), 733–737.

Burns, E., Blamey, C, ‘Soothing scents in childbirth’, The International Journal of Aromatherapy, 6(1): 24–28

Cooke, B., & Ernst, E. (2000). Aromatherapy: a systematic review. The British journal of general practice : the journal of the Royal College of General Practitioners, 50(455), 493–496.

Dorow, P., Weiss, T., Felix, R., & Schmutzler, H. (1987). Effect of a secretolytic and a combination of pinene, limonene and cineole on mucociliary clearance in patients with chronic obstructive pulmonary disease. Arzneimittel-Forschung, 37(12), 1378–1381.

Federspil, P., Wulkow, R., & Zimmermann, T. (1997). Effects of standardized Myrtol in therapy of acute sinusitis--results of a double-blind, randomized multicenter study compared with placebo. Laryngo- rhino- otologie, 76(1), 23–27.

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Meister, R., Wittig, T., Beuscher, N., & de Mey, C. (1999). Efficacy and tolerability of myrtol standardized in long-term treatment of chronic bronchitis. A double-blind, placebo-controlled study. Study Group Investigators. Arzneimittel-Forschung, 49(4), 351–358. 

Rose, J. E., & Behm, F. M. (1994). Inhalation of vapor from black pepper extract reduces smoking withdrawal symptoms. Drug and alcohol dependence, 34(3), 225–229.

Sengespeik, H. C., Zimmermann, T., Peiske, C., & de Mey, C. (1998). Myrtol standardized in the treatment of acute and chronic respiratory infections in children. A multicenter post-marketing surveillance study. Arzneimittel-Forschung48(10), 990–994.

Tisserand, R. (1988) ‘Lemon fragrance increases office efficiency’, The International Journal of Aromatherapy 1988, 1(2)

Ulmer, W. T., & Schött, D. (1991). Chronic obstructive bronchitis. Effect of Gelomyrtol forte in a placebo-controlled double-blind study. Fortschritte der Medizin, 109(27), 547–550.

Williams LR, Home VN, Zhang X, et al. The composition and bactericidal activity of oil of Melaleuca alternifolia (tea tree oil). Int J Aromather. 1989;1:15 - 17