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Doble Impacto entrevista a Luz Sotomayor

Queremos compartirles esta bonita entrevista que le hicieron los amigos de Doble Impacto a Luz Sotomayor, una de nuestras socias fundadoras y precursora de lo que hoy día es Apícola del Alba. Agradecemos enormemente iniciativas como estas, donde el acento está puesto en el cómo, y donde por sobre todo, se destacan los valores ambientales y sociales de nuestros proyectos.

Conceptos como bosque nativo, territorio sagrado, esclerófilo, colmenas y polinización pronuncia Luz Sotomayor cuando explica sin prisa qué es Apícola El Alba, y cómo es que esta empresa familiar convive en armonía con su entorno. En Curacaví.

Ubicado entre los cerros, en la localidad que está a poco más de 30 kilómetros de Santiago, este emprendimiento nace quince años atrás como parte de una tradición consanguínea. Primero son los hermanos Alejandro y Fernando Sotomayor quienes, con la misión de preservar el bosque de la localidad, promueven el uso de las energías limpias y la construcción ecológica en la zona. Luego Luz, hija de Fernando, es la encargada de velar por el propósito.

Entonces, en el mismo bosque que su padre y tío habían procurado conservar, Luz se lanza con el negocio de las abejitas. Porque “son pocos invasivas y porque polinizan”, explica.

“Ahí empezamos a incorporar a la comunidad, empezaron a llegar las chiquillas que trabajan con nosotros, que son todas mujeres de acá, de Curacaví”, dice.

Luz cuenta que en la empresa la mayoría de las personas que trabajan son mujeres destacando que “la primera persona que entró a trabajar con nosotros, Pamela Vásquez, es ahora una de nuestras grandes supervisoras y compañeras, es la jefa de toda el área de producción, porque fue creciendo con nosotros, adquiriendo nuevas herramientas, incorporándose al uso de tecnología, fue capacitándose”. Además, explica que muchas de las integrantes del equipo han “tenido todo un camino también de crecimiento con nosotros que las llena de orgullo. En el fondo, estamos tratando no sólo con nuestras colaboradoras, sino en nuestro territorio participar activamente en educación, ecología, formación”.

Con una leve sonrisa, revela que una de las características de Apícola El Alba es que “somos casi un matriarcado, trabajamos acá casi puras mujeres, somos como abejitas“, agregando que “sentimos que las colaboradoras tienen una emoción, quizá porque son mamás, quizá porque le ha costado más a la mujer; ellas valoran mucho las condiciones de trabajo que nosotros otorgamos… todas esas pequeñas cosas que son de lógica, de empatía mínima, las chiquillas las valoran mucho”. Para Luz Sotomayor, esta valoración por parte de quienes forman el equipo “hace que tengan un vínculo con la empresa súper importante y súper emocional. Para las chiquillas, es más que un lugar de trabajo, es como una gran familia que hemos ido construyendo“.

Pueden ver la entrevista completa a continuación: