Le compartimos esta conversación con Rosario Yáñez, quien es profesora de Artes Visuales, que trabajó 4 años en un colegio tradicional, hasta que quedó embarazada y empezó a cuestionarse varias cosas sobre la crianza, sobre el parto que quería darle a su hija, sobre los cambios que iban a pasar en el entorno de su familia, ya que ambos papás trabajaban a full.
Nos cuenta que cuando llegó su hija Violeta, ella misma y tras alargar un poco su post natal, decidió renunciar para buscar otras alternativas que le permitieran estar con su hija, y tal vez tratar de tener algún otro ingreso para poder aportar a la familia.
En esta búsqueda fue que inició su blog, un poco contando su experiencia en la maternidad, que para ella había resultado bien difícil, pero consciente de que probablemente así para la mayoría de las mujeres. Pensó en lo caótico de este cambio entre la que una era antes y la que es hoy día con una bebé en brazos, cambios no sólo físicos, si no también emocional, las ideas, todo… Y sintió que muchas veces lo social y el cómo está instaurada la sociedad hoy día se interponía mucho con sus emociones, y en general con lo que viven algunas mamás.
Eso lo hacía todo un poco más difícil y un poco más solitario, todos los juicios, tantos comentarios, mucha exigencia sobre los hombros de una mamá que recién parió. Juntó energías y profundas ganas de aportar a la causa y decidió transmitir sus ideas y experiencias en su blog. En él ha dejado no solamente sus historias personales, sino que se ha animado a dejar algunos consejos que le han servido a ella misma, recetas y todo lo que al menos a ella le ha ido funcionando en su viaje por la maternidad.
En el marco de nuestra nueva Línea Bebé y lanzamiento de nuestra Crema Pañal Matico quisimos seguir la conversación con Rosario y que nos contará más sobre sus reflexiones.
Rosario: Una vez que vi lo útil que estaba resultando los consejos y el intercambio de experiencias a través de mi blog, me nació la inquietud de hacer algo más con todas estas personas que seguían mi cuenta. Eran personas que me comentaban que se sentían identificadas con mis relatos. También noté que cuando comencé a buscar cosas que yo necesitaba, otras personas también las buscaban, así que se me ocurrió fabricarlas con mi hermano Eduardo. Él tiene una página que se llama “Barquito de vapor”, y juntos hemos creado toda una línea de productos artesanales de madera para niños. En realidad, el proyecto en el fondo nace porque yo le pedía a Eduardo que me hiciera algo para la Violeta, mi hermano lo hacía, la Violeta feliz y la gente lo veía y lo quería. Y luego me preguntaban dónde lo podían conseguir… Así nace la página web, con la idea de poder llevar más allá las cosas que solamente se quedaban en mi casa. Las ideas para mi hija, por ejemplo, vi que a muchas mamás les hacen sentido y pude compartirlas más allá.
Apícola del Alba: ¿Y cómo empezaste a sumergirte en el mundo de la crianza de apego?
Rosario: Creo que la crianza con apego no es algo que se pueda elegir hacerlo, como proponérselo, si no es algo que “nos nace”, y por ende, no es algo que se pueda estudiar. El apego hoy es una palabra que se manosea mucho, el apego es el vínculo en el fondo que se genera entre dos personas, y lo que buscamos -yo creo que todas las mamás-, es generar ese vínculo, esa conexión y poder entregarle un apego seguro, una base segura, un mundo seguro a estos niños, estos pequeños que son los más indefensos y que bueno, nos necesitan a nosotras para regular sus emociones, para conocer el mundo y para insertarse socialmente también en el mundo.
Apícola del alba: Bueno, además hoy en día se habla mucho de ese “apego seguro” como herramienta clave para fortalecer el vínculo madre-bebé, ¿apoyas la idea de que el apego seguro es la mejor garantía para que los niños tengan una infancia y adultez más sana?
Rosario: Lo que yo entiendo por apego seguro, -sin ser especialista, porque yo no soy psicóloga- en el fondo es estar disponibles, atentos a las necesidades de nuestros niños para poder entregarles el mensaje de que voy a estar ahí para lo que él necesite. Eso no quiere decir interrumpir o estar encima de ellos, sino que estar siempre atentos para cuando ellos lo necesiten. Que ellos sepan que pueden volver a nosotros, tanto para escalar un árbol, como para cuando tengan pena, o frente a un “me caí y necesito que me recojan” o si necesitan que alguien los cobije para poder dormirse. Yo creo que uno de los mayores regalos que podemos entregarles a nuestros hijos, es entregarles una base segura para que ellos puedan conocer y explorar el mundo y sentirse seguros.
Generar vínculo con nuestro hijo es primordial. Hay estudios que hablan sobre bebés que tienen un vínculo seguro, un apego seguro con sus padres lo que logra que estén más confiados para conocer el mundo y eso hace que su desarrollo sea más integral, que puedan incluso hasta aprender más, caminar de forma más segura. Si pensamos lo que significa para un niño que está aprendiendo a caminar, que se va a exponer al mundo, que hoy se puede desplazar, puede elegir, nace la voluntad, puede moverse de aquí a allá y lo hace. ¿Qué niño va a sentirse más libre y más capaz de moverse? El que se siente seguro de que va a haber alguien que va a acudir en caso de necesidad o que va a ver alguien que lo esté mirando y diciéndole ¡vamos, confió en ti! El niño que no sabe si habrá alguien para recogerlo si esta vez se cae, será un niño que no se sienta tan seguro.
Apícola del alba: ¿Y crees que ha habido algún cambio en cómo se entiende la maternidad y la crianza, por ejemplo como lo hicieron con nosotras nuestras madres?
Rosario: En realidad, es cierto que el mundo cambia muy rápido, y con eso es que ha habido muchos cambios desde lo que vivió mi mamá, hasta lo que ahora yo estoy viviendo como mamá, y eso hace que hoy en día sea súper difícil maternar tranquila e instintivamente. Por eso yo siempre estoy proponiendo – y lo vivo a diario- el volver a lo natural, a lo más instintivo, sentirnos más confiadas de que nuestro cuerpo es capaz, que el cuerpo de nuestro hijo es capaz, que podemos lograrlo, que no necesitamos tantas cosas para lograrlo, y ese también es el mensaje que quiero entregar. Y aunque claro, es difícil hacerlo en una sociedad súper consumista, donde se vulnera todo el tiempo la capacidad de la mujer de poder amamantar, de poder criar, de poder educar, y en el fondo nos vemos saturadas de estos productos que acompañan la maternidad que muchas veces son innecesarios, pero que son necesarios para la economía del país. Entonces, si se puede leer entre líneas las lógicas del sistema, una se da cuenta que es allí donde se ataca al más vulnerable, que es la madre que acaba de parir, que se siente muy sola y que se siente muy juzgada y que le están diciendo todo el tiempo necesitas esto y lo otro para hacerlo bien. El mensaje que yo quiero entregar es que no necesitamos nada más que amor, nada más que instinto y confianza, necesitamos compañía, hacerlo juntos y que la sociedad comprenda, acompañe y cuiden a esta mujer y al recién nacido.
Sin dudas, una tiene muchas ganas de que nuestros hijos tengan lo mejor, pero muchas veces lo mejor somos nosotras no más, y ese objeto caro en el que nos endeudamos comprándolo y que creemos que va a hacer que nuestro hijo esté bien, es solamente externalizar el cariño y el amor. El cariño y el amor vienen de nosotras, lo que el bebé necesita no es un juguete que vibra o que estimule todos sus sentidos, sino que necesita la cara de su mamá mirándolo a los ojos, diciéndole aquí estoy y vamos a conocer este mundo juntos. No necesita el juguete frente a sus ojos, necesita los ojos de su mama frente a sus ojos. Y a veces nos perdemos porque prendemos la televisión y nos están diciendo que tenemos que comprar todas estas cosas, por que voy al pediatra y me dice que al niño le falta esto, esto y esto… porque voy a comprar y me encuentro con un montón de cosas que dicen que me van a hacer la maternidad la fácil, cuando la verdad la maternidad es lo que es, y no habrá ningún objeto que la reemplace.
Apícola del alba: Y claro, es precisamente ese sentido de volver a lo primigenio, a las emociones más básicas, la del amor en su estado más puro y esa entrega a quienes están expectantes de tu atención y dedicación, el que te ayuda a cambiar el enfoque y dedicarte a otras prioridades, dejando un poco de lado los asuntos más materialistas, como el proveer aquello que en realidad los niños no necesitan. En este punto quizás se hace necesario que también el entorno de la madre sea de contención y que le permita espacios y tiempos para dedicarle a su hijo. Por ejemplo, sabemos que hay muchas mamis que a veces por temas laborales tienen que dejar a sus pequeños, nos gustaría saber qué importancia de la a la posibilidad de contar con una red de apoyo que facilite la crianza.
Rosario: Por supuesto que la comunidad es demasiado importante a la hora de criar, los niños se crían en manada, en tribu, en sociedad y somos todos responsables de la crianza de nuestros niños. O sea, voy caminando y mi hija llora y que una persona le diga ¡oh la cabra mañosa!, no me está aportando en nada. Necesitamos que todos rememos para el mismo lado, para entregarle a estos niños un lugar seguro para que puedan explorar, y también un lugar seguro para la mamá que está acompañando a su hijo. Entonces es fundamental contar con la comunidad o una red de apoyo, porque no hay excusas, no podemos maternar solas. La maternidad no es para vivirla sola, pues cuando estás sola piensas que te estás volviendo loca, sientes que lo que estás pasando no tiene sentido, pero cuando estas en comunidad te das cuenta de que no estás tan loca o de que hay cientos de locas que piensan lo mismo que tú y que hay cientos de niños que están haciendo lo mismo que tu hijo, y mamás que están reaccionado igual que tú, y eso nos hace sentir que pertenecemos a algo, que es real y que lo podemos lograr.
Apícola del alba: Y por último y con harta humildad te preguntamos si te gustaría compartir alguna idea o consejo para fomentar o potenciar más el vínculo con nuestros hijos.
Rosario: Es súper difícil pedirle a una mamá que aconseje a otra mamá cómo generar vínculo, porque considerando que algunas son trabajadoras, otras mamás solteras, otras tienen que dejar a sus hijos desde muy pequeños, una infinidad de realidades, yo sólo puedo hablar de lo que a mi me sirvió, de mi experiencia como mamá de Violeta, de mi experiencia con mi familia, con mi pareja, en mis posibilidades económicas y laborales. Pero creo que lo clave podría ser darse el tiempo, detenerse, mirar a los ojos, tocar… bajar un poco las expectativas de esta mamá súper poderosa que no llora, que no se siente frustrada, que no tiene pena, que no tiene angustia. Porque es real, estamos en un momento de muchos cambios y es real sentirse así, y también ser suficientemente fuertes para pedir ayuda, para pedir ayuda profesional si es necesario o para pedir ayuda a una amiga, a la mamá, a la pareja, a los abuelos, porque siempre se necesita ayuda, y aunque una se cree súper mamá, a veces simplemente no podemos estar al 100%. Por ejemplo, lo que yo hacía con mi hija cuando las cosas se salían de control y yo estaba muy mal o veía que ella estaba muy cambiante anímicamente, era activar al tiro mi recurso piel con piel, eso era un estabilizador del animo tanto para mi como para ella, en eso también me ayudo harto la lactancia. Entonces ponía un baño de tina calentito para las 2 y nos metíamos y cerrábamos con olorcito rico, o simplemente las 2 piluchas nos metíamos a la cama, nos tapábamos y nos abrazábamos y yo botaba un poco toda esa energía que sentía a través de ese contacto piel con piel. Eso a mí me regulaba mucho y también a ella. También cuando habían muchos cambios en el entorno, lo hacía para decirle aquí estamos, somos nosotras, nuestro centro, volvamos a lo primitivo, al primer contacto que tuvimos. De hecho por eso hice una guía para motivar a las mamás que se bañen con su bebe piel con piel, eso siempre va a promover el vínculo y cercanía con nuestro hijo.